miércoles, 3 de julio de 2013

LA HISTORIA DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

Por Héctor Rivara
  •   El estilo de vida amerícano: la nueva religión mundial 
  •   Los conocimientos científicos que hoy poseemos, fueron tranferidos por sueños en el siglo IXX
  •   En 1908 "El Rayo de la Muerte" abrió en Tunguska un portal  entre dos dimensiones, fue la caída de Satán
  
En los años sesenta del siglo pasado, durante la época de la Guerra Fría, el American Way of life, o, El estilo de vida Americano,  era una expresión de uso común en todos los medios de comunicación, para poner de relieve las diferencias en los niveles de vida de las poblaciones de los Estados Unidos y el resto del mundo. Recuerdo que todo hablaba de ello, las películas de Hollywood mostraban una sociedad ideal, de confort, bienestar y felicidad. Y esta  nueva religión poco a poco inundó el mundo.
Nadie más pondría en tela de juicio los valores de vida americanos. Nadie querría volver jamás a vivir fuera de este estilo, hasta sus archienemigos tiraron sus manifiestos al aire, y corrieron tras ellos.  Así el mundo se alineó tras la dama de la antorcha en alto.
El confort, la medicina, los automóviles, la televisión, la música, los celulares, son inseparables compañeros del hombre, pilares de una sociedad que depende en forma exclusiva  de la energía, y la informática, al punto tal que cualquier desequilibrio que afectara alguno de estos sistemas, llevaría a que la raza humana se extinga en la más cruel y sanguinaria de todas las guerras.

A un pequeño salto de nuestro tiempo, los “científicos” del mediados del 1800, a quienes se les conoce como los padres de ciencia, nos legaron el ordenamiento de los elementos químicos, la química del carbono, la dinámica atómica, la teoría de la relatividad, la genética, la electricidad que usamos en nuestros hogares, los motores eléctricos, las comunicaciones, la astronomía y la conquista del espacio...
Pero existe un dato muy curioso: Todos, todos ellos recibieron sus conocimientos por visiones o sueños, o les fueron contados estos sucesos por seres de otro mundo o antiguos sacerdotes. Y no estamos hablando de algún oscuro personaje mezcla de alquimista y hechicero. Estamos hablando de Elias Howe,  Agust Kekulé, Gregor Johann Mendel, Dmitri Ivánovich Mendeléiev, Hermann Volrath Hilprecht, Albert Einstein, Nikola Tesla, Niels Henrik David Bohr, o, Julius Robert Oppenheimer,  basta mirar sus biografías para darnos cuenta que detrás de todo nuestro avance tecnológico hay algo que nos es oculto y vamos a ver de que se trata.

Hubo entre aquellos hombres, uno que se destacó, fue el inventor de la energía eléctrica, los motores eléctricos, la radio, y el concepto de las comunicaciones que usamos hoy en día. El inventó la transmisión de energía sin cables, la resonancia espacial, y cientos de inventos que aún hoy no se han desarrollado. Su nombre es Nikola Tesla.

En 1908 Llevó a cabo un experimento de alta energia resonante, al que denominó  “El Rayo de la Muerte” nombre premonitorio, ya que con el  traería la muerte y la destrucción del hombre como no había sucedido desde Sodoma o desde el mismo diluvio.
Esta ensayo fue la llave necesaria para que Satanás fuera arrojado como un rayo a nuestra tierra, convertida en una cárcel espacio temporal desde que el hombre fue echado a ella desde el Edén.
Al entrar Satanás y sus ángeles a nuestra dimensión comenzó una carrera de transferencia de conocimientos, con la que Satán ha previsto destruir al hombre. Nos está llevando a la ultima batalla que verá la humanidad, y quiere aprovechar el caos de energía desplegada, para huir de algún modo a su destino profetizado: el de ser quemado con “fuego del cielo”.

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